lenguage Castellano es el de enterar las combinaciones del Ca, Co, Cu, en las dos vocáles e, i, à fin de que se pueda expressar en lo escrito la pronunciación Que, Qui como de una sola vocál, respecto de no haverla en la C, por la colisión que se hace en estas dos vocáles. Fuera de estos casos quando no se pronúncian las Qu como una vocál, sino como dos separadas y distintas, no es dudable que del mismo modo que decimos Qua, y Qüe, decimos tambien Cua, y Cue, y que igualmente pronunciamos Qual, Quatro, Quaderno, Qüestión, Eloqüencia, Freqüencia, que Cuajo, Ascua, Pascua, Cuenta, Cuero, Cueva, &c. Pero aunque esto sea cierto, y que con la K se pueda suplir el Que, Qui, monosylabos, y que por esta consideración parezca supérflua la Q, aun quando el uso común no huviera desaprobado la singularidád de los que han intentado descartarla, es patente la razón para que se deba conservar, porque assi no se confunden los orígenes de las voces, y se distinguen las que salen de la C: como Cuajo, Cuenta, de las que vienen de la Q: como Qual, Qüestión, que es la basa principál sobre que estriba la Orthographía.
35 El último repáro en las letras unísonas es el de la G, y de la H, quando antes de la e se les junta y media la u, porque en las otras tres vocáles a, i, o, no se dá caso para la menor equivocación, respecto de no haver palabra en que juegue la H en semejante pronunciación. Es assi, que de la misma manéra que se pronúncia Agüero, Pingüe, Degüello, Regüeldo, se pronúncia tambien Hueco, Huebra, Huevo, Huella, y Huerta, y que es dificil la separación. El medio para distinguirlas es el que vá insinuado en otras dudas: y es escribir con G las que las tienen en su orígen, y con H las que no las tienen, pues no es disputable que en estos princípios se ha fundado el uso, para escribir diferentemente las unas palabras de las otras, siendo tan unas en el modo de pronunciarlas.
36 La segunda raíz de donde procede la diversidád en la Orthographía Castellana es la del uso de las letras dobladas, que con tanto rigor se guardó en lo antíguo, que no solo en las dicciones compuestas: como Abbreviar, Apparejar, Acclamar, Accomodar, Immemoriál, Arreglar, sino tambien en las simples: como Abbad, Collegio, Afflicción, Officio, Attención, las usaron uniformemente. Permaneció este uso hasta el siglo decimo sexto, en que se empezó à variar por algunos Autóres; aunque con tan poca conformidád, que las que unos admiten y conservan, otros las reprueban y desechan, ò por supérfluas, ó por contrárias al estílo moderno de su pronunciación.
37 Presupuesta esta verdád, para fijar la uniformidád que tanto con-