Página:Diez años de destierro (1919).pdf/33

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
31
 

ļ 31 avanzar sin descanso por el camino del poder; a fin de tantear la opinión, esparcía como rumores las resoluciones que deseaba adoptar. De ordinario cuidaba incluso de que exagerasen sus proyectos, para que, al realizarse, dulcificasen el temor del público. La vivacidad de Luciano le arrastró esta vez demasiado lejos, y Bonaparte creyó necesario sacrificarle en apariencia durante cierto tiempo.

CAPITULO V

La máquina infernal.—Paz de Luneville.

Volví a París hacia el mes de noviembre de 1800; aún no se había ajustado la paz, aunque las victorias de Moreau apremiaban cada vez más a las potencias extranjeras. No habrá lamentado Moreau los laureles de Stockach y de Hobenlinden cuando más tarde vió a Francia tan esclava como Europa, vencida entonces por él? Al secundar al Primer Cónsul creyó servir a Francia; pero a un hombre de su talla le correspondía juzgar al Gobierno que le mandaba y tener opinión propia aceraible, sobre todo en el ejército. Moreau, instigado por Fouché, se quejó abiertamente, y Bonaparte preguntó en público al ministro de Policía cómo permitía circular tales escritos y por qué, si conocia a los autores, no estaban ya presos en Vincennes. Fouché respondió: "No he podido, porque el autor es vuestro hermano." A consecuencia de este incidente hubo an altercado vivísimo. en presencia del Primer Cónsul, entre Fouché y Luciano, el 3 de noviembre de 1800; Luciano dimitlá el cargo de ministro del Interior; esto era, evidentemente, un correctivo que, por consejo de Cambacérés, se disimuló bajo la apariencia de una embajada en Españía. (Nota de D. Lacroix.) ty