Página:Doble error - novela (1919).pdf/32

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
28
 

Una circunstancia favoreció mucho el asunto de Chaverny, aunque pudo tener para él consecuencias bastante funestas. Su mujer se había procurado, no sin algún trabajo, un palco de la Opera cierto día de primera representación. Este palco tenía seis asientos. Chaverny, por excepción, y después de vivas instancias, había consentido en acompañarla. Era que Julia quería ofrecer un asiento a Châteaufort y, sintiendo que no podía ir sola con él a la Opera, había obligado a su maridɔ a venir a esta función.

Inmediatamente, después del primer acto, Chaverny salió, dejando a su mujer sola con su amigo. Ambos guardaron al principio silencio con aire un poco cohibido: Julia, porque desde hacía algún tiempo se sentía turbada cuando se hallaba a solas con Châteaufort; éste, porque tenía sus proyectos y había encontrado conveniente aparecer conmovido. Al echar a hurtadillas una ojeada por la sala, vió con placer varios gemelos conocidos dirigidos hacia su palco. Experimentaba una viva satisfacción en pensar que, varios amigos suyos envidiaban su felicidad y, segúr. toda apariencia, la suponían más grande de lo que en realidad era.

Julia, después de haber olido su pomo y su ramillete varias veces, habló del calor, del espectáculo, de los trajes. Châteaufort escuchaba distraído, suspiraba, se agitaba en su asiento, miraba a Julia y volvía a suspirar. Julia comenzaba a inquietarse; de repente él exclamó: