Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/299

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
277
DE WINDSOR.

Roberto Pocofondo, escudero, lo ha dicho: se le ha ofendido.

Page.—Aquí viene sir Juan. (Entran sir Juan Falstaff, Bardolfo, Nym y Pistol.)

Falstaff.—Y bien, señor Pocofondo: ¿váis á quejaros de mí al rey?

Pocofondo.—Caballero: habéis golpeado á mis gentes, muerto mi caza y forzado las puertas de mi habitación.

Falstaff.—¿Pero no he besado á la hija de vuestro guardián?

Pocofondo.—Se me da un ardite. Tendréis que responder de esto.

Falstaff.—Y respondo desde luégo: he hecho todo eso. Ya está respondido.

Pocofondo.—Esto irá á dar al Consejo.

Falstaff.—Sería mejor para vos que el Consejo nada supiera. Se reirían de vos.

Evans.Pauca verba, sir Juan, buenas palabras.

Falstaff.—Buenas palabras! buenas coles! Slender, os rompí la cabeza: ¿qué tenéis contra mí?

Slender.—Por cierto, señor, tengo algo contra vos en la cabeza y contra vuestros ladrones de conejos, Bardolfo, Nym y Pistol. Me llevaron á la taberna, me emborracharon y en seguida me robaron el bolsillo.

Bardolfo.—¿Á ti, queso de Banbury?

Slender.—Bien, eso no importa.

Pistol.—¿Con esas nos sales, Mefistófeles?

Slender.—Bien, eso no importa.

Nym.—Tajarlo! digo, pauca, pauca, tajarlo! Eso me pide el gusto.

Slender.—¿Dónde está Simple, mi criado? ¿Lo sabéis, primo?

Evans.—¡Paz, os ruego! Procuremos entendernos. Á lo que se me alcanza, hay tres árbitros en este asunto, á saber: el señor Page, fidelicer', señor Page: yo mis-