Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/380

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
358
LAS ALEGRES COMADRES

Page.—Sin embargo, no faltan muchos que temen pasar en alta noche junto al roble de Herne. Pero ¿qué resulta de eso?

Sra. Ford.—Pues nuestro plan es que Falstaff vaya á encontrarse con nosotras al pié del roble, disfrazado de Herne, con grandes cuernos en la cabeza.

Page.—Bien: admitiendo que acudirá á la cita en el modo y forma que decís, ¿qué vais á hacer con él? ¿Cuál es vuestro intento?

Sra. Page.—También hemos pensado en ello, y he aquí cómo: mi hija Ana Page, mi hijo y tres ó cuatro chicuelos de su edad, estarán vestidos de enanos, de duendes y de hadas, de color verde y azul, llevando en la cabeza coronas de bujías de cera, y matracas en las manos. En el momento en que Falstaff y nosotras estemos reunidos, saldrán ellos precipitándose de repente de su escondite y entonando alguna bulliciosa canción; y á su vista nos escaparemos nosotras dando muestras de grande asombro. Entonces ellos le rodearán, y á usanza de hadas, principiarán á pinchar al torpe caballero, preguntando cómo ha podido atreverse, siendo un profano, á penetrar en sus sagrados senderos en aquella hora de su fiesta.

Sra. Ford.—Y que las supuestas hadas sigan punzándolo bien y quemándolo con sus bujías, hasta que haya confesado la verdad.

Sra. Page.—Y una vez confesada, nos presentaremos nosotras, quitaremos los cuernos al espíritu, y le llevaremos en medio de nuestras burlas hasta su casa en Windsor.

Ford.—Será menester aleccionar bien á los niños para esto; ó de no, jamás podrán hacerlo como se debe.

Evans.—Yo enseñaré á los chicos el modo cómo han de conducirse; y yo mismo me disfrazaré de mono para quemar con mi bujía al caballero.