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del Partido Nacional dijo a Eduardo Matte, liberal doctrinario: "El Presidente se va a deshacer de Uds., como se deshizo de nosotros. Acaba de pedirnos nuestra cooperación. ¿No le parece que ha llegado el momento de poner término a este juego?. Poco después, el Ministerio Lastarria presentó su renuncia.

La desconfianza y el recelo de los partidos opositores los llevó a unirse para realizar una acción común. El 11 de Octubre de 1889, se reunieron los representantes de las Partidos Liberal Doctrinario, Liberal Mocetón, Radical y Nacional y acordaron formar para este efecto una combinación, de acuerdo con el acta siguiente: "Reunidos en esta fecha los representantes de los diversos grupos liberales que suscriben, a saber: Por el grupo liberal que ha constituido la mayoría en el Congreso, los señores Adolfo Valderrama, Rafael Casanova, Mariano Sánchez Fontecila, Ramón Luis Irarrázabal, Ignacio Perez Montt y José Miguel Valdés Carrera; Por el grupo Liberal y Nacional de Oposición, los señores José Besa, Jovino Novoa, Aníbal Zañartu e Isidoro Errázuriz; Por el grupo Radical, los señores Enrique Mac Iver y R. Trumbull; Por el grupo liberal independiente, el señor Eulogio Altamirano. Y después de conferenciar sobre la conveniencia y necesidad de hacer desaparecer las disidencias que mantienen apartadas las unas y las otras sus respectivas agrupaciones, con daño del país y de la administración pública y con menoscabo de los intereses del Liberalismo, convinieron unánimemente en declarar en virtud de sus poderes, su voluntad de llevar a efecto la unión de todas las fracciones del Partido Liberal y restablecer entre estas el acuerdo que es indispensable para proseguir en el Congreso el desarrollo del programa que les es común."

Esta nueva combinación política de cuatro partidos fué llamada Cuadrilátero. El nombre le fué dado por el Presidente Balmaceda burlescamente; pero pasó a la opinión pública y a la historia. Su contenido doctrinario, publicamente manifestado, se reducía a tres principios: libertad de sufragio, autonomía de los Partidos y Gobierno parlamentario.

Cuando el Presidente Balmaceda quiso organizar su Ministerio, se encontró, pues, frente a esta poderosa combinación, que contaba en el Congreso con formidable mayoría. Le fué preciso considerarla, seriamente.