sin embargo, que los inspira en sus actos el diablo, por la maldad que se encarna en ellos. Por eso se les hace invocar también al diablo en sus conjuros.
También Francisco J. Cavada se refiere a la institución en su libro "Chiloé y los Chilotes", y ya se indico que en el archipiélago ellos desempeñan un papel importante en las creencias populares. Forman una sociedad que tiene su centro en la Casa Grande o cueva de Quicaví, y tienen pacto con el diablo, cuyo fin es causar enfermedades por medio ocultos y misteriosos, especialmente por las virtudes secretas de ciertas plantas y raíces y prestándose mútua ayuda en otras empresas tenebrosas.
El aprendizaje está sujeto a pruebas difíciles. Para habituarse al crimen y ahogar sus sentimientos de compasión, se obligaría a los candidatos a asesinar incluso a parientes cercanos, pero este requisito se llenaría sólo raras veces. El candidato debe permanecer 8 a 12 noches (según otros, 40 dias y 40 noches) recibiendo el augua del Traiguen, a fin de que se borre el bautismo, y durante ese tiempo deberá alimentarse únicamente de harina tostada,