la teoría del color, y de ser el único que en este asunto tan importante está en lo cierto? Merced a este sentimiento de superioridad me fué posible soportar la estúpida arrogancia de mis adversarios. Se trató de combatir por todos los medios mi doctrina y de hacer aparecer como ridículas mis ideas; pero eso no impidió que mi obra me produjese una gran satisfacción. Todos los ataques de mis adversarios sólo sirvieron para ver a los hombres en sus debilidades."
Mientras Goethe hablaba con una energía y una riqueza de expresión que no puedo reproducir en toda su verdad, sus ojos brillaban con un fuego extraordinario. Se veía en ellos la expresión del triunfo, mientras en sus labios flotaba una sonrisa irónica. Los rasgos de su hermoso rostro eran más imponentes que nunca.
A la mesa, con Goethe, en variados coloquios. Me enseñó una carpeta con dibujos, entre los cuales eran particularmente notables los comienzos de Heinrich Füssli[1].
Luego hablamos de cosas religiosas y del abuso del nombre de Dios.
"Las gentes le tratan—dijo Goethe—como si el Sumo Ser inefable e incomprensible fuese un igual
- ↑ Famoso pintor de historia.