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ESCENA II.
El Bando de S. Pedro.
bando de San Pedro debe ocupar un lugar, y no secundario, en un cuadro de costumbres Puerto-riqueñas, porque, además de su originalidad, viene á hacer precisa su aparicion en un libro el olvido en que comienza á caer este regocijo popular, que yo, á fuer de hombre amante de su país, quisiera se perpetuase en él para siempre. Para cumplir pues con mi propósito, y dar una idea de lo que comprende el título de esta escena, es necesario retroceder algunos años, pues de otra suerte no podria pintar el Bando de San Pedro sino en el período de su civilizada decadencia; y así supongo que nos quitamos doce ó catorce años de