Página:El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha (1905, vol 1).djvu/100

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
44
DON QUIJOTE DE LA MANCHA

buena invención; propone algo y no concluye nada; es menester esperar la segunda parte, que promete; quizá con la enmienda alcanzará del todo la misericordia que ahora se le niega; y, entretanto que esto se ve, tenelde recluso en vuestra posada, señor compadre.

—Que me place, respondió el barbero; y aquí vienen tres, todos juntos: La Araucana, de don Alonso de Ercilla; La Austriada, de Juan Rufo, jurado de Córdoba; y El Monserrate, de Cristóbal de Virués, poeta valenciano.

—Todos estos tres libros, dijo el cura, son los mejores que en verso heroico en lengua castellana están escritos, y pueden competir con los más famosos de Italia. Guárdense como las más ricas prendas de poesía que tiene España.

Cansóse el cura de ver más libros, y así, á carga cerrada, quiso que todos los demás se quemasen; pero ya tenía abierto uno el barbero que se llamaba Las lágrimas de Angélica.

—Lloráralas yo, dijo el cura en oyendo el nombre, si tal libro hubiera mandado quemar, porque su autor fué uno de los famosos poetas del mundo, no sólo de España, y fué felicísimo en la tradución de algunas fábulas de Ovidio.