Dr. Mantegazza, de Salta á Italia, donde el Profesor Cornalia lo bautizó nuevamente con el nombre de Felis Jacobita.
En este trabajo sobre las Aves hay menos referencias, pues la mayor parte de ellas está en la coleccion, mientras que las otras han sido determinadas por descripciones exactas.
La temperatura, durante el viaje de Tucuman á Salta, era muy elevada, sofocante con frecuencia, á tal punto que el 5 de Febrero (1877) hallándonos á legua y media al Norte del Rio Tala, marcó el termómetro, á la sombra, y á las 3 de la tarde, 40° centígrados. Por esta razon las Aves no tardaban mucho tiempo en descomponerse, á veces en dos ó tres horas todas las piezas se desplumaban en las regiones esenciales, y no ha habido un solo dia que haya cazado, que no empezára á disecar los animales recien muertos, y al llegar á los últimos no tuviera que abandonarlos, pues empleando media hora con cada uno de los pequeños, al tomar el 7° ú 8°, ya no era posible seguir, pues lo hallaba inservible. Así se han perdido muchísimos, pero si bien es cierto que los cueros no servian, la descripcion podía hacerse, y cotejándola luego con las incomparables de D. Félix de Azara, reconocía la especie. No se crea, sinembargo, que todas están en el mismo caso. Así, las especies mas comunes de Buenos Aires, como el Chingolo, el Venteveo, (Quetupí) Jilguero de cabeza negra, Cardenal & & no necesitan mucha prolijidad para su determinacion, pues sería perder tiempo no señalarlos en el acto con su propio nombre.
El número de Aves que he visto en Salta es talvez doble del que consigno, especialmente de especies pequeñas de los grupos Dentirostros y Conirostros, pero no habiéndolos podido observar con detenimiento, pues se alejaban sin darme lugar á examinarlos, lo único que podía reconocer era que no los tenía consignados. Así, por ejemplo, me ha parecido ver seis especies de Serpófagas, de las que no he traido sino dos, casi otros tantos Tiránidas, Elaineas &, algunas Sinalaxis, numerosos Dendrocolaptes, dos Picos mas de los que consigno, lo menos doce Palomas, y quizá cinco Loros que no he podido distinguir con precision, pero que no eran evidentemente los que cito.
Entre todos, sinembargo, citaré dos que no pude obtener: un animalito del tamaño de un Tyrannus melancholicus, ó un poco
