Página:El cerco de pitas (1920).pdf/116

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
112
Edmundo Montagne

Silencio! Veamos. Rufo dice esto a Berta:

"¡No sé qué pensar de ti!

Has provocado al poeta; mas te juro, pizpireta, que no te reirás de mi.

Pide a un padre confesor que te labre la portada.

Yo en ella no pongo nada, pues que me pides amor." —¡Oh!—interrumpen unas, indignadas.

¡Oh!—repiten otras a medio reir.

El primo prosiguió:

"Vaya pues: un sacerdote te hablará de amor divino.

Tienes trazado el camino.

Llámame si quieres zote." ¡Dame el álbum! — pidió furiosa Berta que dudaba. Pero vió que las tres redondillas estaban escritas y firmadas por Rufo Callado, y huyó avergonzada a su pieza.

Diversos pareceres, vivos comentarios, extrañezas, acusaciones contra Rufo provocó el hecho en la rueda.

El abuelo todo lo oía desde su asiento, todo lo miraba; y viendo que los mozos rodeaban cuchicheantes a Adolfo y sofocaban sus carcajadas, sonrió picaresco.