Página:El cerco de pitas (1920).pdf/127

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

—N LA ENCRUCIJADA

I o vuelvo más a ese baile: me bastó con una vez.

—Es que será diferente, zonza; va a estar mejor, más animado.

—No quiero repitió la moza enojadísima después de larga porfía con su cortejador el ñato Pedro.

Este se quedó crispado, mirando con ira e irresolución a Pastora, en cuyos ojos claros, de mirada tan franca como firme, se fué a quebrar el intento del mozo, que era doblegarla, ya que no podía convencerla.

—Bueno, mirá, por esta cruz — agregó Pedro, besándose los índices cruzados, por esta cruz que no me verás más.

Pastora no contestó. Pedro creyó que no lo hacía porque en ese instante abandonaba el inquilinato un vecino, que saludó al pasar por el zaguán con su habitual "buenas noches !" -