che esta clase de educacion. Mejor seria empezar por enseñarles el arte de obedecer. Los mejores reyes que ha celebrado la historia no han sido educados para reinar: ciencia es esta, que nunca se posee menos que despues de haberla aprendido demasiado, y que mejor se adquiere obedeciendo que mandando: Nam utilissimus idem ac brevissimus bonarum malarumque rerum delectus, cogitare quid aut nolueris sub alio principe, aut volueris [1].
De esta falta de coherencia se sigue la inconstancia del gobierno real, el cual arreglandose ya sobre un plan, ya sobre otro, segun el carácter del príncipe que reina ó de los que reinan por él, no puede tener por mucho tiempo ni un objeto fijo, ni una conducta consecuente: variacion, que hace continuamente fluctuar el estado de máxima en máxima y de proyecto en proyecto; lo que no sucede en los demas gobiernos, en los cuales el príncipe es siempre el mismo. Asi vemos generalmente que si bien hay mas astucia en una corte, tambien hay mas sabiduría en un senado, y que las repúblicas marchan hácia su objeto por medios mas constantes y mas seguidos; en vez de que cada revolucion en el ministerio produce otra en el estado, porque la máxima comun á todos los ministros y á casi todos los reyes es hacerlo siempre todo al revés de sus predecesores.
- ↑ Tacit. Hist. Lib. I.