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Pintura sobre pintura ni se muestra ni señala, y dó hay primera belleza, la segunda no hace baza.

Dulcinea del Toboso del alma en la tabla rasa tengo pintada de modo que es imposible borrarla.

7 La firmeza en los amantes es la parte más preciada, por quien hace amor milagros, y asimesmo los levanta.

Aquí llegaba don Quijote de su canto, á quien estaban escuchando el duque y la duquesa, Altisidora y casi toda la gente del castillo, cuando de improviso desde encima de un corredor, que sobre la reja de don Quijote á plomo caía, descolgaron un cordel, donde venían más de cien cencerros asidos y luego tras ellos derramaron un gran saco de gatos, que asimismo traían cencerros menores atados á las colas. Fué tan grande el ruido de los cencerros y el mayar de los gatos, que aunque los duques habían sido los inventores de la burla, todavía les sobresaltó, y temeroso don Quijote quedó pasmado; y quiso la suerte que dos ó tres gatos se entraran por la reja de su estancia, y dando de una parte á otra parecía que una legión de diablos andaba en ella. Apagaron las velas que en el aposento ardían, y andaban buscando por do escaparse.

El descolgar y subir del cordel de los grandes cencerros no cesaba: la mayor parte de la gente del castillo, que no sabía la verdad del caso, estaba suspensa y admirada. Levantóse don Quijote en pie, y poniendo mano á la espada comenzó á tirar