Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - Tomo I (1908).pdf/303

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 301 —

aventurero que había salido con su señor por escudero?

—Sí es, dijo el licenciado, y aquel es el caballo de nuestro don Quijote; y conociéronle también, como aquellos que eran el cura y el barbero de su mismo lugar, y los que hicieron el escrutinio y auto general de los libros: los cuales, así como acabaron de conocer á Sancho Panza y á Rocinante, deseosos de saber de don Quijote, se fueron á él, y el cura lo llamó por su nombre, diciéndole:

—Amigo Sancho Panza, adónde queda vuestro amo?

Conociólos luego Sancho Panza, y determinó encubrir el lugar y la suerte dónde y cómo su amo quedaba; y así les respondió que su amo quedaba ocupado en cierta parte y en cierta cosa que le era de mucha importancia, la cual él no podía descubrir por los ojos que en la cara tenía.

No, no, dijo el barbero, Sancho Panza, si vos no nos decís dónde queda, imaginaremos, como ya imaginamos, que vos le habéis muerto y robado, pues venís encima de su caballo; en verdad que nos habéis de dar el dueño del rocín, ó sobre eso — 1 morena.

—No hay para qué conmigo amenazas, que yo no soy hombre que robo ni mato á nadie; á cada uno mate su ventura ó Dios que le hizo: mi amo queda haciendo penitencia en la mitad desta montaña, muy á su sabor; y luego de corrida y sin parar, les contó de la suerte que quedaba, las aventuras que le habían sucedido, y cómo llevaba la carta á la señora Dulcinea del Toboso, que era la hija de Lorenzo Corchuelo, de quien estaba enamorado hasta los hígados. Quedaron admirados los dos de lo que Sancho Panza les contaba; y aun-