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172 — BIBLIOTECA DE LA RISA.

les ofrecía las mejores peras que encontraba, diciendo:

— Cómase V. esta, señorito; esta es mucho mejor, señorito; siento muchísimo, señoritos, no haber traido mas para haber saciado vuestra voracidad.

Llamóle el amo á su tiempo, y viendo la fruta echada á perder y la cesta muy disminuida le dijo:

— ¿Qué ha sido esto?

— Señor, repuso el labrador, estando en el portal han bajado los dos señoritos de V. S., se han abalanzado á la cesta, y con muy buen apetito se han comido las peras que faltan.

— ¿Sabes lo que has hecho, bárbaro?

— Señor, tratarlos con la mayor consideración, como cosa al ñn de un caballero tan principal, sin que ellos se hayan dignado contestarme siquiera, como si fueran mudos.


Adivinanzas.

41 — ¿Cuáles son las letras con que despiden las jóvenes á sus novios cuando rompen las relaciones?

42 — Qué es lo que tiene la poesía mas conforme al gusto de las mujeres?

43 — Cuáles son las letras mas impías de nuestro alfabeto?

44 — ¿En qué se parecen los hortelanos á los necios?


A un favor otro igrual.

El famoso inglés Clarke vivió muchos años en la mayor pobreza, con una pasión exajerada por los libros, pero sin dinero para comprarlos, y sin amigos que se los prestasen.

Esto es tan exacto, que cierto dia, habiendo enviado á pedir uno que necesitaba, su amigo le contestó:

— El libro que me pedís no sale de mi casa jamás;