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EL LIBRO DE LOS CUENTOS. — 189

Un galán le dijo un día:

— Déjalos impertinentes
Modos de engañar las gentes,
Con que mientes desengaños,
Clenarda, porque tus años
Son el mejor mondadientes.


Adivinanzas.

45 — ¿En qué se parecen las mujeres á los hortelanos?

46 —¿Quiénes son los que encuentran su alegría en el pesar?

47 — ¿Es cierto que todos los tuertos lo son porque quieren?

48 — ¿Cuál es la comida que no se puede digerir, aunque sea de fácil digestión?


Una buena mujer.

Decia un marido cuando se le murió su buena mujer: — Es el primer disgusto que me ha dado.


La pintura y el blanqueo.

Un pintor muy malo decia que pensaba blanquear su casa para pintarla después.

— Apruebo tu plan, le dijo un amigo, con una pequeña modificacion.

— ¿Cuál es?

— Que la pintes primero y la blanquees después.


El insulto rechazado.

Un príncipe se burlaba de uno de sus cortesanos que le habia servido en muchas embajadas.

— Desengáñate, le decia, no puedes negar que te pareces á un buey.

— Yo no sé á quién me parezco, respondió el