seda ó una cuerda de guitarra. Se hace un agujero en una bala, de suerte que la atraviese por el centro y se introduce por él el cordón de seda poniendo un nudo en la parte inferior, de forma que la bala quede colgando de la muela.
Cuando todo se halle dispuesto de este modo se carga una pistola y en la carga se pone la bala con mucho cuidado.
Se dispara al aire y zas detrás de la bala se va la muela de la manera mas suave y dulce del mundo.
Este secreto es necesario reservarlo mucho, porque traeria sobre nosotros el odio de todos los saca-muelas y profesores odontálgicos, y así rogamos á nuestros lectores que solo lo descubran en confianza á sus amigos y conocidos con el encargo de que hagan lo mismo.
Una noche el famoso jugador de manos Hermán rogó al público de Madrid que le hiciera preguntas por escrito, ofreciendo que la contestación aparecería en un cuadro al disparo de una pistola.
Son muchas y muy graciosas las preguntas que se le hicieron, pero entre otras nos parece inmejorable la siguiente:
¿Qué dijo Holofernes cuando por la mañana al despertar se encontró sin cabeza?
Esto nos recuerda el cuento de un loco andaluz.
Cansado un carabinero de una larga caminata, se echó á dormir la siesta cierto dia del mes de julio en el portal de una venta. Un loco que habia en la casa, cuando lo vio dormido le cortó el cuello con una hoz, escondió la cabeza en el pajar, y luego, buscando á un hermano suyo, le dijo:
— Ven acá, Paco, porque nos vamos á llevar un rato muy divertido.
— ¿De qué modo? le dijo su hermano completamente ignorante del suceso.
