Página:El rey de las montañas (1919).pdf/102

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
98
 

de abril. En esta montaña se encuentran cinco o seis plantas tan raras como célebres, sobre todo una: la boryana variabilis, descubierta y bautizada por M. Bory de Saint Vincent. ¿Debia yo dejar semejante vacío en mi herbario y presentarme en el museo de Hamburgo sin la boryana variabilis?

Respondi al Rey:

Acepto tu hospitalidad, pero con una condi— ción.

¿Cuál?

Que me devolverás mi caja.

—Pues bien, concedido; pero con una condición también.

— ¡Veamos!

Que me dirá usted para qué sirve.

¡Si sólo de eso se trata! Me sirve para guardar las plantas que recojo.

Y ¿por qué busca usted plantas? ¿Para venderlas?

¡De ninguna manera! No soy un comerciante:

soy un sabio.

Me tendió la mano y me dijo con alegria visible:

¡Cuánto me alegro! La ciencia es una cosa bella. Nuestros abuelos eran sabios; acaso lo serán nuestros nietos. En cuanto a nosotros, nos ha faltado tiempo. ¿Se estima mucho a los sabios en el país de usted?

— Muchisimo.

¿Les dan buenos puestos?

A veces.

¿Les pagan bien?