al traidor por medio de las más importantes manipulaciones.
Desde entonces el sindicato amontona crímenes, soborna las conciencias, arrojando a Francia en una agitación mortal, decidido a venderla al enemigo y a producir una guerra europea antes que renunciar a su espantoso propósito. Esto es muy simple, infantil e imbécil, como veis; pero con nado, desde hace algunos meses, alimenta a nuestro pobre pueblo la Prensa inmunda. Y no hay que sorprenderse de que asistamos a una crisis desastrosa, porque sembrando de tal modo la torpeza y la mentira, se recoge forzosamente la demenciaese plan envene- Ciertamente, señores, no he de haceros la injusticia de creer que hayáis acogido hasta hoy esos cuentos de nodriza.
Os conozco, sé que sois el corazón y la conciencia de París, de mi gran París, donde he nacido, el que amo con ternura infinita, el que estudio y canto desde hace cuarenta años; y sé también lo que ahora se agita en vuestros cerebros, pues antes de venir a sentarme aquí como acusado, ocupé otras veces el sitio en que vosotros estais. Representais la opinión media, la prudencia y la justicia.
•Cuando entreis en la sala de deliberaciones, mi pensamiento os acompañará y estoy seguro