animales todas las formas de gobierno; y tome de todo la razon torpe y lenta instrucciones para el género humano. He aquí obras y ciudades subterráneas, y allá ciudades construidas en el aire sobre árboles bambaleantes. Estudia el genio y policía de cada una de estas asociaciones, bien sea la república de las hormigas ó la monarquía de las abejas; como aquellas amontonan sus riquezas en almacenes comunes, y conservan el orden en medio de la anarquía; y como estas, aunque sometidas á un solo gefe, tienen sus bienes propios, y su casa separada cada una. Advierte las leyes invariables que gobiernan sus estados, leyes tan sabias como la naturaleza, y tan inalterables como el destino. En vano urdirá tu razon otras telas mas delicadas; en vano cojerá á la justi-
migo, al momento remos, vela y piloto, todo se recoge bajo cubierta, zozobra la barquilla, y baja á lo profundo del mar. ¿Pasó el peligro? ¿No siente novedad? Entonces vuelve á subir arriba, desplega su vela, arma sus ocho remos, y continúa su derrota en busca de lo que necesita, ¡Lo entiende el argonauta! ¡Sabe hacer mas el hombre! ¡Debe algo á su Criador! ¡O se hacen todas estas cosas por mera casualidad!