Desmontamos i ántes que nada nos dirijimos apresuradamente a la playa para contemplar el terso i hermoso lago i tocar sus cristalinas aguas que en esos momentos apénas si las rizaba suavemente la brisa.
VII
Los arreglos para el alojamiento de los espiradores no dejaban nada que desear. Entre las grandes rocas diseminadas en todas direcciones, se habia levantado tres carpas i una ramada para los peones i la cocina. La carpa de mas al norte, dando frente su entrada a la laguna i que mas tarde fué llamada la intendencia, nombre que injeniosamente dióle uno de los peones, estaba situada casi en la misma playa, a dos metros del muelle Alvarez, i las olas venian a romperse suavemente a sus piés. La gran carpa-comedor, dormitorio i salon de tertulia,—a unos quince metros al sureste de la anterior,—estaba resguardada al norte i este por una inmensa i hermosa roca casi plana en la superficie, razon por la que el comandante Vidal la elijió como el punto mas a propósito para sus observaciones i que se bautizó con el pomposo título de "Observatorio Astronómico" impreso con gruesos caracteres blancos en su costado occidental. Dividíase en dos compartimentos desiguales separados por una quincha de metro i medio de alto. El mas pequeño, que sirvió como depósito para los instrumentos i dormito-