que satisface libremente al Maullin i a las consiguientes evaporaciones del lago. Las vertientes meridionales del Osorno i las septentrionales del Calbuco alimentan al Llanquihue en el verano, i las abundantes lluvias del invierno ocasionan las creces del lago, haciéndolo levantar su nivel hasta 0m,80 sobre el de la estacion seca.
No bien nos habíamos instalado en nuestra carpa, entrada la noche, cuando llegó un colono bohemio a visitarnos, tratándonos como si fuéramos sus antiguos camaradas. La conversacion rodó luego sobre el lago de Todos los Santos i los Andes vecinos, rejion sobre la que gustábamos hablar por cuanto deseábamos esplorar el lago aludido i se nos habia dicho que desde nuestro alojamiento partia la mejor senda. El bohemio no tardó en presentársenos como el patron de los vaqueros ocupados en rodear animales en el Todo los Santos, llenándonos además con mil embustes respecto a la rejion andina que habíamos estudiado en el verano último.
Solo nos fué posible sacar en limpio que no tenia en el lago la lancha de que nos habian hablado, sino dos malas canoas; contrariedad que echaba por tierra el proposito de esplorar minuciosamente aquel lago. Nuestros botecitos de guta-percha eran tan pequeños que no se prestaban para aquel fin.
Al final de nuestras conversaciones con el bohemio, hubo de confesar que la rejion donde vaqueaba era la misma donde nosotros tomamos el toro de que hablé en mi memoria del año pasado, esto es, entre Todos los Santos i Ralun. Por consiguiente, son los animales huidos de los potreros de Reloncaví, como lo hacíamos ver en la memoria aludida. Hacerlos venir del departamento de Osorno, como algunos pretenden talvez maliciosamente, solo es un medio de ocultar la verdad; pues es de todo punto imposible que los tales animales vengan de aquel departamento, desde que no tienen lugar alguno pordonde llegar al punto donde ahora los cojen; i estoi convencido de que o son, como antes he dicho, de Reloncaví, o venidos por el boquete de Bariloche i descendientes de los animales introducidos por los primeros misioneros de Nuestra Señora de Nahuelhuapi, en el siglo XVII.
La rejion, finalmente, donde vaqueaban autorizados por un poder competente, era la de Cayutúe i en el lugar que llaman Potrero de Reloncaví, rejion de fácil acceso i única tambien donde