Si, como queda dicho, Gelman buscará la síntesis de las dos redes de convencio- nes y repertorios discursivos opuestas. hay ya en Violín y otras cuestiones un punto de articulación. En los dos poemas analizados en este trabajo, sin duda muy distantes, hay sin embargo un motivo que se repite casi simétricamente: Tgxamg la mgiilla por si encuentras‘ con los jgdgidel hambre en [amgjj■a ABAB una con sobre el pómulo CC El cruce de las dos redes y los lazos del sujeto redes o nonnas, por identidad de la motivación emocional que provoca a los sujetos que las sostienen: la soledad fantasma] del sujeto y la identi■cación del narrador con el desamparo social del explotado remiten a un mismo origen, porque se registran por el mismo efecto: la incapacidad de corporizar el dolor en llanto. El dolor intemo del individuo (la duplicidad entre ser y no ser) es el mismo que el dolor social objetivo (la duplicación entre comer y no comer). Ambos sujetos comparten además una escisión entre condición presente (ser fantasma/ser pobre) y acción prospectiva (apelar a una segunda persona/emigrar). Esa proyección, contra el estado de cosas dado. contra la situación de enunciación, ubica a los dos textos sobre la misma línea; la de la diferencia, en tanto ausencia del objeto de deseo que el sujeto postula. en tanto utopía. Esta asimilación de la subjetividad lírica en la denuncia social (que en estos primeros textos apenas se inicia) es lo que permitirá más tarde a Gelman leer todo poema, hasta el más “puro", como protesta. En este sentido, su poética es por momentos una lectura crítica de las ideologías literarias, en las que, dialécticamente, buscará el “momento de verdad". Así por ejemplo, lee la obra de Alejandra Pizamik (habitualmente de■nida como una zona de ■delidad a las tradiciones del género) como negatividad, y haciendo eje en la idea de trabajo y en la oposición mundo dado/utopía (7). La recurrencia intercotextual de la imagen está aunando semánticamente las dos 35
