Página:Eyherabide, Margarita. Amir y Arasi, novela..djvu/172

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

172 Margarita Eyherabide


que las pobrecillas, las dejamos que se engañen. ¿Quién sabe si no se escondía en mi corazón, más ter- nura hacia esos tiernos rapazuelos, que en el de mu chos que se pintan extremosos por zalamería y... ¡pero aquí me tienen, convertido en un pebete de se- senta añitos muy eumplidos!... — y, como arrepen- tido. volvióse, cogió un diario y comenzó á leer a grandes gritos.

— ¡Que diario embustero !—exclamó á medida que se enteraba de una interesantísima noticia que él ea- lificaba de falsa. ¡ Parece que todos estos papelotes se combinan para mentir! — (Que me ahorquen si — se entiende que es un


ereo que el general B sostenedor de sus convicciones —se ha dejado de- rrotar por esc general X.

Si vamos á enumerar todo lo que, por vía de desahogo, murmuraba este buen señor, acabaremos por olvidarnos de Amir que le escucha gravemente.

Amir, por supuesto, se entera con atención de los sucesos acaecidos en su patria; siente como es natural la idea patriótica que sostiene su esperanza... Baja la cabeza, meditando... La levanta de nuevo, altiva- mente y mumura, en voz baja, como en una plegaria : — ¡Quiera el cielo que venzan los míos !