Página:Eyherabide, Margarita. Amir y Arasi, novela..djvu/51

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

Amir y Rrasi 53

-—¿La echarla te molesta? — le preguntó dulce- mente.

No -- contestó don Alvaro -— tendré los ojos cerrados, pero no duermo. — Conversen ustedes sin alzar mucho la voz, y yo les eseucharé, No quiero dormir.

- Mamá -— dijo entonces Amir en tono débil — convengo en que eres muy modesta y en que no he sido tu heredero en ese sentido.

-—Sin embargo no eres pedante. mi hijo. dijo doña Jova.

- Pedante, precisamente. no. pero soy rebelde; cenando me ofenden, me enojo, cuando no me escu- chan, me enfurruño; cuando refutan mis ideas, las combato aunque me percate de que no soy razona- ble. Es el pedantismo por dentro, aunque exterior- mente, tengo facha de un bucn muchacho.

-¡Ah! — murmuró doña Jova — aunque poseas todos esos feos vicios, eon solo darles pública satis- facción exhibiéndolos por tu misma boca, te absuel- ves en parte. Si confiesas que sostienes razones irra- zonables ya das un paso de vencimiento en las malas pasiones que agitan tu ánimo. Esos son capri- chos de la irreflexión; eres fnerte para conocer tus defectos y tendrás voluntad para sobreponerte á ellos.

— Así sea, contestó Amir, pero he creído com- prender una cosa, mamá. ¡Ah! esta vez no venceré pese á un millón de buenos propósitos, Y prosiguió: — Cuando me enojo, hay algo en mi corazón, que se alza, sube, se ensancha y adivino mis ideas im- pregnadas en un fuego que todo intenta avasa- llarlo : es orgullo.

— ¡ Ah, orgulloso !—También el orgullo tiene sus