Ir al contenido

Página:Facundo - Domingo Faustino Sarmiento.pdf/150

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
150
Domingo F. Sarmiento

llenos de cardenales y contusiones. Estas justas del arroyo de Pavón han tenido una celebridad fabulosa por toda la República, lo que no dejó de contribuír á allanar el camino del poder al campeón de la jornada, el imperio «¡al más de á caballo!» Quiroga atraviesa la pampa con trescientos adictos arrebatados los más de ellos al brazo de la justicia, por el mismo camino que veinte años antes, cuando sólo era gaucho malo, ha huído de Buenos Aires desertando de las filas de los arribeños.

En la Villa del Río Cuarto. encuentra una resistencia más tenaz, y Facundo permanece tres días detenido por unas zanjas que sirven de parapeto á la guarnición. Se retiraba ya, cuando un jastial se le presenta y le revela que los sitiadores no tienen un cartucho. ¿Quién es este traidor?

El año 1818. en la tarde del 18 de Marzo, el coronel Zaniola, jefe de la caballería del ejército chileno—argentino, quiso hacer ante los españoles una exhibición del poder de la caballería de los patriotas en una hermosa Panura que está de este lado de Talca. Eran seis mil hombres los que componían aquella brillante parada. Cargan, y como la fuerza enemiga fuese mucho mayor, la línea se reconcentra, se oprime, se embaraza y se rompe en fin; muévense los espuñoles en este momento, y la derrota se pronuncia en aquella enorme masa de caballería. Zapiola es el último, en volver su caballo, que recibe á poco trecho un balazo; y cayera en manos del enemigo, si un soldado de granaderos á caballo no se desmonta, y lo pusiera como una pluma sobre su montura dándole á éste con el sable para que más á prisa disparase. Un rezagado acierta á pasar, el granadlero desmonado préndese de la cola del caballo, lo detiene en la carrera, salta á la grupa, y coronel y soldado se salvan.

Lámanle el Boyero, y este hecho le abre la carrera de los ascensos. En 1820 sacábase un hombre ensartado por ambos brazos en la hoja de su espada, y Lavalle lo ha te nido á su lado como uno de tantos insignes valientes. Sirvió á Facundo largo tiempo, emigró á Chile y desde allí Montevideo en busca de aventuras guerreras, donde murió gloriosamente peleando en la defensa de la plaza, lavándos de la falta de Río Cuarto. Si el lector se acuerda de lo