mente de libros sobre agricultura, “a no ser que puedan llamarse tales las Geórgicas de Virgilio”; iba escribiendo y ensayando al mismo tiempo, dejando a veces líneas en blanco para llenarlas después de ver el resultado de nuevas experiencias que seguía con el mayor cuidado. Para escribir el suplemento, sin embargo, tuvo a la vista la citada obra de Rozier, que le fué facilitada por don Dámaso Antonio Larrañaga...”.
En 1914 se hizo en Montevideo una segunda edición completa de las Observaciones, con notas de Benjamín Fernández y Medina, ajustada al manuscrito original que había pertenecido a la biblioteca del Club Católico.
Debemos a Pérez Castellano, asimismo, dos tomos de artículos varios, que denominó “Cajón de Sastre”, de los cuales se han publicado solo los trozos más interesantes, pues tratase de una miscelánea de valores desiguales.
El nombre de nuestro ilustrado sacerdote figura en una calle de la capital, desde la nomenclatura de Andrés Lamas, hace un siglo.
PÉREZ GOMAR, GREGORIO José Eufemio
Ministro, diplomático y. publicista, nacido en Montevideo el 20 de marzo de 1834.
Hijo del coronel Gregorio Pérez y de Dolores Pérez, adoptó como segundo apellido diferencial, el de una de sus abuelas, llamada María del Carmen Gomar.
Hermanó este ciudadano a sus condiciones y méritos de hombre público, labor de hombre de letras y de periodista en días de lucha difícil, donde se probaban los caracteres templados, y fué en su juventud elemento de acción, conforme supo demostrarlo.
Con afiliación colorada que le venía de una familia en la cual solía señalarse la única excepción de uno de sus componentes, el general Pantaleón Pérez, tomó puesto dentro del partido en el grupo que se llamó conservador, aunque era en verdad el grupo liberal y progresista.
Las letras lo atrajeron desde su juventud, figurando como colaborador en “La Mariposa”, en 1851-52, de tomó puesto en la prensa diaria, combatiendo al gobierno del general Flores en “La Libertad”, en 1855, y al gobierno de Pereira, en “El Comercio”, hoja fundada y dirigida por él, en 1858.
Opositor a Flores en la prensa, lo combatió con las armas en la mano, formando parte del grupo de ciudadanos que atacaron y se posesionaron del Fuerte de Gobierno a las órdenes del Dr. José M. Muñoz, el 28 de agosto de 1855.
Alumno laureado en filosofía en el curso de 1850, doctor en jurisprudencia en 1854, era catedrático de Derecho Internacional en la Universidad cuando ingresó a la magistratura como agente fiscal del crimen de la sección de Maldonado en mayo
