Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/1011

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

de 1835, y se le designó Fiscal del Crimen en la capital el año 1860.

No fué larga su carrera en la Fiscalía, pues hizo dimisión de su cargo en julio de 1861, con miras de emplearse en labor intelectual, y a poco dió fin a su estudio “Idea de la Perfección Humana”, que recién vería luz en 1864, año en que aparecieron también el primer tomo del “Curso Elemental de Derecho de Gentes” (el segundo salió en 1866) y las “Conferencias de Derecho Natural”.

En el agitado período político de los gobiernos de Berro y de Flores, ausentóse para la República Argentina, donde la Universidad de Buenos Aires le ofreció una cátedra de Derecho Comercial y Penal. Sus discípulos tomaron apuntes de las lecciones de su profesor y las publicaron en libro en 1872.

Por decreto de 21 de junio del 72, el gobierno de Gomensoro le confirió una importante misión diplomática en Varios países de Europa. En el desempeño de tal cometido vino a encontrarlo el nombramiento de Ministro de Relaciones Exteriores, para cuyo cargo lo designó el recién electo presidente Dr. José E. Ellauri, el 1° de marzo de 1873 y a cuyo frente lo mantuvo hasta que los sucesos del 10 de enero del 75 trajeron la modificación del gabinete.

Destruído el régimen constitucional a los pocos días, el ex-canciller abandonó la patria para radicarse nuevamente en Buenos Aires de donde regresó a fines de 1880, después de la caída del dictador.

El nuevo gobierno del Dr. F. A. Vidal le confirió la legación del Uruguay en Argentina, el 25 de octubre de 1880, pero la circunstancia de no convenir a su salud el clima de nuestro vecino país, hizo que se le transfiriera a Ministro en Alemania el 30 de junio de 1884, durante la administración del general Santos. Tenía declinado, antes, el puesto de miembro del Superior Tribunal de Justicia para el cual había sido electo por la Asamblea General el 15 de noviembre de 1882.

Hallábase en la República en uso de licencia, cuando pasó al cargo de Fiscal de lo Civil por nombramiento de 12 de agosto del 85, siendo éste el último que debía desempeñar en su vida este hombre de respetable y fecunda existencia, de verdadera prestancia cívica aunque no alcanzara límites de talento superior. La bondad, la austeridad y la modestia fueron características suyas. “Más amigo de ser que de aparecer — ha dicho alguien a su respecto — todo hombre honrado era su amigo”.

Racionalista en filosofía, los estudios de historia lo atrajeron siempre, siendo producto de lecturas e investigaciones hechas en Italia sobre documentos de la época, en sus años de diplomático, un trabajo sobre Américo Vespucio, en que se refutan las conclusiones del historiador brasileño Varnhagen, acerca de la extensión de los viajes de aquel cartógrafo italiano.

En su producción meramente literaria podría citarse la novela “La

— 1011 —