Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/1022

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bres, contra los 300 atrincherados en la plaza principal del pueblo. Moyano, interesado en hacer sentir al gobierno blanco cuánto valía el jefe que por intransigencia no había querido canjear, llevó un recio ataque a la población desde el primer momento. El general Flores, por su lado, le trasmitió órdenes tan terminantes como la del oficio que decía así: “Remito a Vd. con el mayor Mendieta la artillería, sesenta fusiles para el Escuadrón Enciso, y siete mil tiros de fusil y doscientas piedras. Atáqueme de firme ese pueblo; haga desmontar toda la fuerza de caballería. Al francés Pizard hágamelo fusilar si no se rinde y haga el aparato de fusilar a todo el que sea oficial, pero no lo haga...”

Felizmente no hubo que llegar al extremo indicado ni salpicar nuevamente de sangre la revolución: a los ocho días de sitio, el 12 de agosto del 64, el francés, como lo llamaba Flores, se entregó. El gobierno e Aguirre, incapacitado para salvar una guarnición sitiada, que concluía de ver como caía la Florida se fusilaba a sus defensores, y que dejaría abandonados a los heroicos soldados de Paysandú, creyó hallar el arreglo de las cosas abriendo un expediente informativo en el cual, después de oídos el Fiscal Militar y el Auditor de Guerra, se absolvió a los vencidos y a su jefe. En consecuencia, proclamó con fecha 7 de setiembre, “la honrosa comportación de Pizard y sus oficiales, declarando que habían merecido bien de la Patria...”, y que no había llegado “a la extremidad de capitular sino agotados sus medios de resistencia y después de haber hecho la guarnición a sus órdenes los heroicos esfuerzos que honrarían a soldados aguerridos y pundonoroso”.

Triunfante la revolución fué dado de baja del ejército el 20 de febrero de 1865.

Durante el alzamiento blanco de 1870-72 que comandó el coronel Timoteo Aparicio, Pizard tuvo a sus órdenes un escuadrón de gente de Colonia, tocándole hallarse en el combate de la Unión y en la batalla del Sauce (octubre - noviembre de 1870), y verse envuelto en la grave derrota infligida a la revolución por el general Enrique Castro, en Manantiales de San Juan, el 17 de julio de 1871.

Terminada la guerra en los primeros meses del año siguiente, se acogió al indulto que concedió el gobierno de Batlle, y fué reincorporado a la Plana Mayor Pasiva el 3 de junio de 1872.

No volvió desde entonces a tener mando militar ni actuación alguna, aunque habiendo adherido al gobierno extra legal de Pedro Varela entronizado en 1875, figura en el mismo año como en “actividad” y con sueldo integro, conforme sucedió en la dictadura de Latorre.

El 17 de diciembre de 1878 concluyeron sus días residiendo en la capital.

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