ambiciosos sin escrúpulos encabezaban la oposición al gobierno de Ellauri y tenían que proceder sucediera lo que sucediera. Para ello, en connivencia con los blancos netos movieron a los jefes de la guarnición de Montevideo a dar el golpe de fuerza del 15 de enero de 1875 con lo cual concluyó el régimen constitucional. Pero no satisfechos todavía, los espíritus malos que se imponían a la debilidad del nuevo gobernante Pedro Varela, llegaron hasta el atentado personal. Quince ciudadanos, casi todos ellos de particular calidad entre los opositores fueron embarcados en un buque mercante rebautizado “Transporte de guerra nacional Puig”, el cual de inmediato hizo proa hacia la isla de Cuba el 24 de febrero. El mar o la fiebre amarilla en ultimo caso, darían cuenta de los deportados. José Pedro Ramírez y su hermano el comandante Octavio, iban como integrantes del grupo, pero lograron escapar, como todos, de la terrible prueba y, una vez que se les dio libertad en Estados Unidos, regresaron al Río de la Plata. Venían en su mayoría dispuestos a reconquistar por las armas las libertades públicas perdidas el día del motín, y una revolución que adoptó por nombre Reacción Nacional y por divisa la tricolor de los libertadores de la Agraciada, conmovió el país los últimos meses de aquel terrible año 1875.
José Pedro Ramírez, que siempre quiso unir a la prédica la acción personal, fué a incorporarse al ejército revolucionario que en la zona Noroeste, en el departamento del Salto, comandaba el coronel Atanasildo Saldaña, y no abandonó la lucha sino cuando el movimiento popular estuvo vencido.
En el largo y oscuro período de la dictadura de Latorre que subsiguió al derrocamiento de Pedro Varela, vivió en Montevideo, ejerciendo su profesión de abogado, y cuando en 1881 se organizó el nuevo partido denominado Constitucional, él, que ya estaba de hecho separado del Partido Colorado desde los días de la Tricolor, formó en el constitucionalismo cuyos afiliados lo consagraron como su jefe natural e indiscutido.
Rector de la Universidad por elección del Poder Ejecutivo entre la terna propuesta por la Sala de doctores en 1882. estuvo en ese cargo hasta 1884, año en que hubo de renunciarlo por un conflicto que trajo consigo la dimisión de todo el Consejo Universitario. El instituto docente, por lo demás, estaba en crisis y el Rector no se hallaba en condiciones de afrontar una reforma de fondo.
La situación política del país vino de nuevo a desembocar en una contienda armada y Ramírez — que había emigrado a Buenos Aires — fué de los primeros en la organización del movimiento. El ejército revolucionario atravesó el rio Uruguay, pero casi en seguida las fuerzas del gobierno del Dr. F. A. Vidal, muy superiores en numero y armas, vencieron a los invasores en los Palmares de Quebracho, en el departamen-
