Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/105

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

De los tratos, resultó el armisticio de 20 de octubre de 1811, por el que se estipulaba el levantamiento del sitio de Montevideo, mantenido desde hacía casi un semestre por las armas patriotas, debiendo retirarse de la Banda los ejércitos de Buenos Aires y los del portugués, y reconocida en ella la autoridad española. A consecuencia de ese convenio la Provincia Oriental venía a hallarse subyugada y sin defensa, segregada de hecho de las que se denominaban unidas.

La Junta designó a Artigas gobernador de Yapeyú, pareciendo que no le quedaba a nuestro destemido capitán otra solución que convertirse en un jefe subalterno más dentro de las filas del ejército independiente. Pero Artigas, aceptando el cargo que se le confiaba, resolvió con la firmeza serena de los que llevan misión, sustraer a las gentes coterráneas quo bien podía llamar suyas, al yugo de los españoles, y convertido en jefe de todo un pueblo, superando lo tremendo del momento, emprendió marcha a su jurisdicción, rumbo al Norte, costeando casi el río Uruguay, llevando tras de sí los tres mil hombres escasos del ejército a sus inmediatas ordenes, pero seguido de una caravana de quince mil personas, de toda edad y de toda clase social, que configuró el histórico cuanto extraordinario episodio del Éxodo.

Tres meses duro la nunca vista marcha — de octubre a diciembre de 1811— y al llegar al Salto del Uruguay, y puesto por medió el obstáculo del gran río como defensa natural de los portugueses, Artigas acampo con su gente en el Ayuí, en la margen derecha, en tierras de la jurisdicción misionera sobre las cuales era gobernador.

El convenio de 20 de octubre entre españoles y porteños, no podía, razonablemente, tener andamiento, pues en la mala fe de las partes contratantes estaba el secreto de su debilidad, y los portugueses invasores de la Provincia Oriental tomaron a poco andar tal empuje, que la autoridad de Buenos Aires vió el peligro real que ello significaba en el mapa político. Entonces se propuso reforzar a Artigas acampado en el Ayuí, y hacer frente, en la provincia, a los invasores. Gaspar Vigodet, sustituto de Elío en el gobierno de Montevideo, alegó el convenio de octubre y amenazó con oponerse a aquel propósito con las armas en la mano. Un gobierno triunviral, que había sustituido en Buenos Aires a la Junta, procediendo con más energías que ésta, denunció el armisticio el 6 de enero de 1812.

La presencia de los portugueses significaba en esos momentos una grave complicación y el gobierno del Triunvirato, contando con los buenos oficios del representante de Inglaterra en la corte de Río Janeiro, pudo negociar el tratado que ajustaron los respectivos plenipotenciarios, Juan Rademaker y Ni-

— 105 —