diciones de organizador y de verdadero docente.
Años más tarde llegó a ser la primera autoridad universitaria, designado Rector en 1922 y luego reelecto para un nuevo trienio.
De ideas liberales pero sin afiliación en ninguno de los partidos históricos, figuró en las filas del constitucionalismo y recién se le halla en la política militante, cuando aceptó en la dictadura de Cuestas, en febrero de 1898, un puesto en el Consejo de Estado que se creaba para suplir provisoriamente al parlamento, pero que jugo un rol bastante anodino.
Restablecidas las normas constitucionales, los gestores del acuerdo electoral le reservaron una banca de diputado por el departamento de Rocha, al que representó en el trienio 1899-02.
Enamorado de las costumbres y tradiciones nativas, hizo el Dr. Regules un verdadero culto del criollismo y merced a su propaganda entusiasta y perseverante llegó a constituirse la Sociedad Criolla, que hoy lleva su nombre, de la cual fué presidente en varios periodos y la figura prestigiosa por excelencia en todo momento.
Cultivador de la poesía campera, sus versos fáciles, mediocres en fondo y forma, los cuales no salvan la calidad del cantor, están reunidos en pequeños volúmenes, siendo los más dignos de nota “Versitos criollos”, publicado en 1894 y reimpreso dos veces, y “Pasto de cuchilla”, que se imprimió el año 1908.
Abordando el teatro estrenó “Los Guachitos”, pieza que empareja con los versos, llevada a las tablas por la compañía Podestá, con sus cuadros pintorescos de gauchos y de paisanos.
Respetado por su larga labor universitaria y profesional y por su filantropía, amable causser, conocido por sus aperos y sus pingos en las celebraciones criollas, Elías Regules falleció repentinamente, casi septuagenario, mientras se paseaba por su quinta de Sayago en las proximidades de la capital, al fin de la tarde del 4 de noviembre de 1929.
REGULES, WENCESLAO
Militar, nacido en la Argentina en 1825, pero cuya carrera fué hecha en nuestro ejército, con un corto capítulo de intervención en las guerras de su país, durante el conflicto entre Buenos Aires y la Confederación en los años 1859 - 60.
Oficial en la Defensa de Montevideo, servía en calidad de alférez en el batallón 2° de Guardias Nacionales cuando fué herido el 24 de julio de 1844, en circunstancias que mereció una citación en la orden general del ejército, habiendo llegado a teniente 1° el 30 de diciembre de 1847.
En 1854, revistando en el Cuerpo
