Senado, y en sustitución de Batlle, el 1° de marzo de 1872 — pues las elecciones constitucionales no se habían podido efectuar — Otra vez se le llamó al Dr. Regúnaga a ocupar el Ministerio de Gobierno, siendo uno de los negociadores y firmantes de la Paz de Abril, cuyo nombre está grabado en el monumento que conmemora el acto, erigido en la ciudad de San José. Gravemente enfermo de una afección cardíaca, que los médicos contemporáneos atribuyeron a una alteración fundamental de la circulación de la sangre, originada por la falta de la pierna, lo sustituyó interinamente en su cargo el coronel Rebollo, Ministro de Guerra y Marina. Pero la sustitución debía ser definitiva, pues el Dr, Regúnaga no recuperó la salud y falleció en Montevideo el 16 de julio de 1872, con fama de hombre ilustrado y de consejo, ciudadano íntegro y partidario leal. Se le decretaron honores públicos y se le enterró en el Panteón Nacional.
Murió pobre y mientras desempeñó su puesto en el Ministerio de Gobierno no cobró sueldo, conformándose con su modesto estipendio de jubilado.
REQUENA, JOAQUÍN
Codificador, jurisconsulto y Ministro de Estado. Nació en la zona de Peñarol, en el departamento de Montevideo, el 17 de agosto de 1808.
Auxiliar de la secretaría del Senado en abril del año 1833, ascendió a prosecretario, sirviendo en dicha Cámara hasta el 30 de junio de 1838, fecha en que se le nombró Juez Letrado del Crimen, teniendo el despacho provisorio de los Juzgados de Comercio y Civil, desde el 29 de junio hasta el 30 de agosto de 1840, en que fué designado en propiedad Juez de Comercio y Hacienda. Continuó en ejercicio cuando el ejército de Oribe venía en marcha para sitiar a Montevideo, y el Gobierno de la Defensa lo hizo miembro de la Comisión de Inmigración el 14 de febrero del 43, vale decir, dos días cañonazos disparados en el Cerrito anunciaran que había comenzado el asedio de la plaza. Si embargo, apenas había transcurrido algo más de un mes, cuando el 28 de marzo Requena pasó al campo oribista, convencido a la par de otros muchos ciudadanos, que la caída de Montevideo era cuestión de momentos.
Vivió desde entonces en el campo del Cerrito, y concluida la guerra civil, finalizó sus estudios de derecho en nuestra capital, doctorándose en jurisprudencia en 1858, para agregar ese título al de Escribano Público que poseía desde 1854.
En la presidencia de Gabriel A. Pereira, éste lo llamó a formar parte del gabinete confiándole la cartera de Gobierno y Relaciones Exteriores por decreto de 20 de marzo de 1856 y estuvo en el cargo hasta el 4 de enero de 1858. Realizó una gestión profícua desde el punto de vista administrativo, con tendencias moderadoras, aunque en esta tesitura y
