de 1855, y cuando la expedición revolucionaria del general César Díaz, en 1858, hallóse en las filas de los invasores con grado de capitán y fué hecho prisionero en Quinteros el 2 de febrero de 1858. Salvó la vida por intervención directa del comandante blanco Simón Moyano — aunque más tarde el coronel Basilio Muñoz reivindicara para sí la paternidad del humanitario acto — y, desde entonces, se mantuvo al lado de aquél, en Durazno, como su secretario y consejero.
Enemistados y puestos de pique Moyano y Basilio Muñoz, caudillos rivales en el departamento, éste, “motu propio” expulsó a Ríos de su jurisdicción “porque era un malvado y un perturbador”. El presidente Pereira lo hizo venir a Montevideo dándole la ciudad por cárcel, pero Ríos halló modo de regresar a Durazno, donde fué preso y devuelto a la capital con fuerte escolta.
En días de 1863, producida la revolución de Flores, vióse reincorporado al ejército como ayudante mayor el 7 de setiembre, y marchó a campaña con Moyano, En febrero de 1864 fué hecho prisionero por sus antiguos compañeros colorados, juntamente con su mismo jefe, cuando Paez da Silva sorprendió y deshizo a Moyano en Avestruz Grande, Los diarios de Montevideo acusaron a Ríos — gratuitamente y con mala fe — de haber facilitado la sorpresa. El gobierno, por su lado, lo dió de baja el 14 de junio. Incorporado a los revolucionarios como sargento mayor el 21 de febrero de 1864, y nombrado 2° jefe del Escuadrón “Comandante Enciso”, al triunfo de la revolución fué alta en el ejército, en esa misma clase, el 15 de abril de 1865 y hecho teniente coronel graduado el 19 de mayo del propio año.
Destinado, más tarde, a prestar servicios en la Guardia Nacional de Durazno, el general Batlle le confió la Jefatura Política del departamento el 5 de octubre de 1869, cargo en que fué sustituído por el comandante Luis Eduardo Pérez en julio de 1870.
Durante la revolución traída al país por el coronel blanco Timoteo Aparicio, mandó el batallón “Gral. Pacheco y Obes”, dándosele la efectividad de teniente coronel el 26 de octubre de 1870 y el grado de coronel el 11 de noviembre del 71.
En los actos comiciales de 1872, le correspondió participación ruidosa en unas revueltas votaciones donde le acertaron un tiro en el brazo.
Cuando el proceso eleccionario de 1873, en momentos en que se trataba de elegir quien sucediese a Tomás Gomensoro en la Presidencia de la República, el coronel Ríos apareció mezclado en la negociación, por cuarenta mil pesos, del voto de Isaac de Tezanos a quien él había hecho salir diputado por Durazno. Tezanos adujo — cuando menos para justificar el tráfico con su voto — que necesitaba indemnizar a Ríos, destinado a quedarse manco, por los sacrificios que había hecho para llevarlo a la Cámara.
