Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/109

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to que iba a solucionar el conflicto, Otorgués, al frente de sus milicias, reclamaba la plaza en nombre de Artigas, y la respuesta de Alvear fué el envío de fuerzas que lo sorprendieron en las proximidades de Las Piedras.

Organizaron los vencedores nuevas autoridades en la ciudad, y el 16 de junio vino de Buenos Aires Nicolás Rodríguez Peña, nombrado delegado del Directorio Supremo y Gobernador Intendente.

Posadas y sus amigos políticos, si bien no estaban dispuestos a entregar Montevideo al Jefe de los Orientales, tampoco excluían la posibilidad de hallar cuando menos un modus-vivendi, y en ese orden de ideas, el decreto que ponía a Artigas fuera de la ley quedó revocado el 17 de agosto.

Pero la situación de guerra existía de hecho, y el regreso a Montevideo del general Alvear, momentáneamente alejado de la plaza, exacerbó los ánimos del elemento provincial,

Artigas tenía su cuartel general en los potreros de Arerunguá, en el actual departamento del Salto, mientras Otorgués y Rivera operaban en el sur con excelentes medios de movilidad, y al cabo de varios encuentros parciales donde la suerte no favoreció del todo a los directoriales, Alvear se avino a entrar en arreglos, dispuesto a tratar con los emisarios que mandara Artigas a Canelones. Pero no procedía de buena fé, y su propósito era ganar tiempo, simulando que retiraba sus tropas. Estas fuerzas, mandadas por Soler, se hicieron sentir prestamente en la zona de Colonia y luego en San José, El coronel Manuel Dorrego, al frente de una fuerte columna, recibió orden de marchar hacia el interior, y en el curso de sus operaciones logró sorprender a Otorgués en Marmarajá el 6 de octubre, obteniendo un triunfo fácil pero engañoso. Sacó de él una idea plenamente falsa respecto al poderío y la fuerza de resistencia de las huestes artiguistas.

En esa convicción decidióse a batir a Fructuoso Rivera y después de varias alternativas, reforzados ambos ejércitos, aquel joven capitán de Artigas le infligió en Guayabos — el 10 de enero de 1815 — tan tremenda derrota, que Dorrego apenas pudo escapar con una cincuentena de hombres, vadeando en seguida el Uruguay.

El Directorio, comprendiendo que la partida estaba perdida, propúsose transar sobre la base del reconocimiento de los derechos de la Provincia Oriental a gobernarse a sí misma. El delegado Nicolás Herrera abarcó pronto la realidad de las cosas, y se convino que la plaza sería evacuada por las tropas porteñas, conforme se etectuó el 25 de febrero de 1815, Al día siguiente Otorgués entraba en Montevideo con título de Gobernador Militar.

En este primer gobierno patrio, el

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