Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/1118

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mentables cuestiones en que Rondeau, débil en materia política y bajo la influencia de los Directorios porteños, aparece en pugna con el gran estadista de la revolución, contrariándolo en actos eleccionarios y congresos locales. Pero la honradez de su carácter lo exime de mayor responsabilidad personal.

Brigadier general el 30 de mayo de 1814, el Directorio de Buenos Aires lo relevó del mando del ejército sitiador de Montevideo cuando la plaza, reducida al último extremo, hallábase virtualmente tomada. Era que la política personalista de los hombres porteños necesitaba esos laureles para otro general y Rondeau fué transferido al ejército auxiliar del Perú, donde iba a ser batido por los españoles de Pezuela en Sipe-Sipe, el 29 de noviembre.

Un movimiento revolucionario lo llevó al puesto de Director Supremo de las Provincias Unidas el 11 de junio de 1819, y se mantuvo en tan elevado cargo hasta principios de 1820.

Actuante en su país y en la lucha contra el Imperio, el 10 de octubre de 1828 dimitió el cargo de Inspector y Comandante General de Armas que desempeñaba, cuando la Provincia Oriental, por órgano de la Asamblea Constituyente reunida en Florida, en votación unánime, lo llamó a ocupar el puesto de Gobernador y Capitán General Provisorio, el 1° de diciembre de 1828. Desembarcado en Colonia con procedencia de Buenos Aires, prestó juramento ante la Sala de Representantes que en esos momentos funcionaba en Canelones, el 22 de diciembre.

Venía el vencedor del Cerrito a ocupar el primer puesto ejecutivo de la nueva República, como un candidato de transacción que neutralizaba las ambiciones de mando de nuestros generales Fructuoso Rivera y Juan Antonio Lavalleja, empeñado cada uno en ser gobierno.

Sus condiciones de hombre político, su honradez, sus méritos de soldado y los servicios que llevaba prestados a la provincia, justificaban a pleno la elección.

El 18 de abril de 1830 renunció su cargo, siendo incluído en el escalafón del ejército con el grado de brigadier general. Ni aun esta personalidad — ajena a las facciones — había logrado acallar las impaciencias del bando lavallejista que contaba con mayoría en la Asamblea. Era necesario que Lavalleja mandara y bajo la presión de los sucesos Rondeau prefirió eliminarse, para que los representantes invistieran al vencedor de Sarandí con el gobierno provisorio del Estado, conforme lo hizo, provocando un grave conflicto político - militar.

El 28 de diciembre de 1832, en la presidencia de Rivera, se le designó Encargado de Negocios ante el gobierno argentino. Finalizado ese destino diplomático, se le nombró Jefe del Estado Mayor del Ejército el 6 de marzo de 1835, con carácter de interino, y en propiedad desde el 6 de noviembre del propio año, desempeñando esas funciones hasta el 5 de abril de 1838, fecha en que tuvo

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