El 26 de abril de 1838, durando todavía la guerra civil, fué promovido a teniente coronel y el 12 de diciembre del mismo año, producida la renuncia del presidente general Manuel Oribe y desalojado del gobierno el Partido Blanco al cual de: tendía, solicitó su baja, que le fué concedida.
Pasó entonces a la Argentina para continuar sirviendo al general Oribe — siempre consecuente a sus ideas, — cuando éste aceptó ponerse a las órdenes del tirano Rosas para operar contra los unitarios y figura como oficial en las listas del ejército rosista fechadas en el Campamento de las Conchas, en el mes de noviembre de 1842.
A la invasión del territorio nacional por el Ejército Unido de Vanguardia de la Confederación Argentina, después del desastre de Arroyo Grande en Entre Ríos, volvió Sierra a su país para continuar a las órdenes del ex - presidente Oribe por el término del sitio de Montevideo.
El pacto de octubre de 1831, que dió fin a la Guerra Grande, le permitió reingresar a los cuadros del ejército nacional en marzo de 1852, donde se le halla hasta el 24 de febrero de 1862, día en que dejó de existir en la ciudad vieja de Montevideo.
Sus restos mortales descansan en el Cementerio Central en un panteón del primer cuerpo, donde luce un busto del veterano patriota trabajado en mármol por el escultor italiano José Livi.
SIERRA, JUAN MANUEL de la
Jefe militar que alternó la carrera de armas con las actividades de periodista político.
Nacido en Montevideo el 14 de agosto de 1823, era hijo de Manuel Fernández de la Sierra, español, y de Josefa Pagola.
Comenzando a servir el 9 de marzo de 1840, cuando la guerra contra el tirano Rosas, en calidad de soldado distinguido de artillería, el mismo año, con fecha 3 de agosto, obtuvo su primer galón de alférez. Teniente 2° en junio de 1841 y teniente 1° en el mismo mes del año llegó a capitán el 14 de octubre.
El mismo año pasó a servir en el ejército del general Paz, y vuelto después a Montevideo, sitiado por el general Oribe con fuerzas argentino-uruguayas, figuró entre los defensores de la plaza hasta enero de 1848.
En esta fecha se abre un paréntesis en su carrera y sólo se le halla de nuevo en su antigua categoría de capitán, en la lista de los revolucionarios colorados conservadores que al mando del general César Díaz desembarcaron en la costa del Cerro de Montevideo, procedentes de Buenos Aires en la expedición de la Maipú, el 6 de enero de 1857.
Venía a sustentar a mano armada la ruda propaganda de oposición hecha contra el gobierno de Pereira desde las columnas de la prensa capitalina, de la misma manera que
