Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/1208

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se halla contestada por declaración jurada del mismo Suárez, en el proceso de la Mina, según la cual habría nacido el año 1813.

Huérfano de padre — el argentino José Suárez — el segundo marido de la madre, Demesia Moreira, dirigió sus iniciales pasos, empleándolo luego en una casa de comercio.

Algún tiempo después el mozo salió a campaña tropear emancipado, y con los primeros pesos que pudo ganar establecióse con pulpería en el límite de los departamentos de Tacuarembó y Paysandú.

La invasión extranjera del general Echagüe, que en 1839 dispersó su hacienda y lo llevó prisionero, fué causa determinante de futuros rumbos del que parecía nacido para el vivir pacífico, y hacerse rico, detrás de un mostrador.

Pudo librarse de sus captores y, obligado a servir según las imposiciones de la hora, fué a presentarse a las fuerzas nacionales movilizadas en Paysandú, para tomar parte en la desgraciada campaña de Entre Ríos, y salir entre los fugitivos de Arroyo Grande en diciembre de 1842, repasando el Uruguay frente al Salto. Allí se incorporó, como capitán, a la compañía de Tiradores del comandante Núñez, a principios del 43, participó en las operaciones sobre Cerro Largo al año siguiente, y pasó al Brasil, a duras penas, después de escapar a los degolladores de India Muerta el 27 de marzo de 1845.

Al poco tiempo, sin embargo, ya se tienen noticias de que había vuelto a la lucha, y en diciembre del 44, sabíase en Montevideo del éxito parcial obtenido muy cerca de la frontera de Tacuarembó, “por una fuerza nacional al mando de un mayor, D. Gregorio Suárez, a quien llaman Goyo”.

Era todavía, como se ve, un desconocido entre tantos jefes.

Teniente coronel graduado de Guardias Nacionales el 27 de octubre de 1847, en setiembre de 1851 se reunió con un plantel de hombres de caballería a sus órdenes, denominado “Orientales”, a las fuerzas de Canabarro, vanguardia del Brasil que venía a formar el Ejército Grande Aliado Libertador en Sud América, pero no hay noticias concretas y documentadas de la actuación militar de Suárez ni de su permanente actividad la desolada campaña, entre las dos fechas citadas más arriba.

Restablecida la paz por el convenio de 8 de Octubre de 1851, las esperanzas de tranquilidad que renacieron por todas partes ilusionaron también a Suárez, el cual, asociado a un amigo, volvió a tareas de campo y actividades civiles, convertido en maestro de escuela.

En 1852 recabó de la Junta E. Administrativa de Tacuarembó la autorización necesaria para fundar el pueblo que se denominaría San Gregorio, en la margen derecha del Río Negro, sobre el Paso de Polanco.

Cuando los disturbios políticos de 1854, el presidente Flores lo nom-

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