Sin embargo, en julio de 1836, con motivo de haber estallado el movimiento subversivo que encabezó el general Fructuoso Rivera, se le llamó de nuevo a filas y cuando iba a incorporarse a las fuerzas del coronel Tomás Burgueño, que operaba en campaña, una caída del caballo lo obligó a retornar a la capital en octubre de 1837, y una vez recobrado de su lesión pasó ser ayudante de la línea exterior de Montevideo, el 8 de noviembre.
En plena guerra civil, Trápani fué dado de baja con fecha 2 de marzo de 1838 y desde entonces no se le vuelve a encontrar como en servicio militar.
En la época del sitio de Montevideo residió en el campo sitiador, pero sus relaciones con el general Oribe parece que se habían enfriado, porque Trápani contaba entre los partidarios de desligarse de la influencia de Rosas, encarando con criterio nacional el arreglo de la querella que azotaba al país.
Falleció en la Villa de la Restauración — actual Unión — el 26 de mayo de 1850, con el grado de teniente coronel.
TRAPANI, PEDRO José Mariano
Entusiasta patriota, uno de los esforzados elementos con que contó la lucha culminada en la emancipación del país.
Hijo de Juan Camilo Trápani, natural del Reino de Nápoles y de Jacinta Castellanos, vecina de Montevideo, había nacido en esta misma ciudad el 1° de agosto de 1783.
Residente en Buenos Aires y vinculado de antiguo con Juan Antonio Lavalleja, esa amistad fué la causa de que Trápani figurase entre los primeros en conocer los planes del caudillo minuano. Poniendo a servicio de la causa libertadora sus recursos y su crédito, halló un eficaz colaborador en el comprovinciano Gregorio Pérez.
De agente particular y confidencial, pasó a investir representación más alta y de carácter oficial, cuando obtenidos los primeros éxitos contra los dominadores de la Cisplatina, Lavalleja y Rivera, como jefes militares de la provincia, resolvieron con fecha 14 de mayo de 1825 que los ciudadanos José María Platero, Pascual Costa y Pedro Trápani, formaran en la capital porteña la Comisión Oriental encargada de colectar auxilios para la liberación del territorio nativo.
En desempeño de sus nuevas funciones, Trápani aumentó aún más su actividad y su entusiasmo, dirigidos principalmente a la contratación de un empréstito para comprar elementos de guerra. Ya había expuesto la propia vida vadeando el Río Uruguay, que las naves imperiales controlaban, para dar custodia personal a las remesas de armamento y enseres para las fuerzas patriotas y para acordar con los jefes los planes de futuro.
Celoso administrador, procuró sa-
