Herrera y Obes, viendo en la pobreza al que tenía puesto su fortuna a disposición del general Flores durante la revolución de 1863, no vetó, en 1891, el ingreso a la cámara de diputados del hombre que dieciseis años antes lo había hecho marchar deportado en la barca “Puig”, para que se lo tragara el mar o muriese del vómito negro en las Antillas. Quien sabe si debió hacerlo, en homenaje a la justicia histórica, pero hay también planos de otra justicia — la de la madre de Pausanias y la de Bruto — el Cónsul — difícilmente accesibles a la generalidad.
Fué votado en Canelones y al término de la 17ª legislatura fué reelecto para la 18ª en 1894, y para la 19ª en 1897.
Cuando sobrevinieron los acontecimientos políticos de 1897-98, no obstante las reiteradas y convenientes ofertas formuladas por Juan Lindolfo Cuestas, presidente del Senado en ejercicio del Poder Ejecutivo, para que lo acompañara en sus proyectos de elección el 1° de marzo del 98, Pedro Varela se mantuvo firme en la actitud opositora que había asumido, prefiriendo caer con la Asamblea y verse despojado de su investidura parlamentaria y de su único sostén en la vida, por el golpe de fuerza del 10 de febrero.
Extrañado del país con motivo de su participación en el movimiento militar del 4 de julio, vivió en Buenos Aires en dura situación económica hasta 1903, año en que se reintegró a Montevideo para fallecer en el olvido, en diciembre de 1906.
Julio Herrera y Obes, con su actitud presidencial del 91, se había anticipado al juicio de la historia, hallando atenuantes para este gran pecador de nuestra política, que sin ser hombre malo, arrastró, por el resto de su vida, “la trágica expiación” de sus trece meses de gobierno, que fueron trece meses de verdadero delirio de un espíritu subalterno y desorbitado.
VARELA STOLLE, ANTONIO
Abogado español que tuvo importantes cargos en la magistratura judicial de la República. No desprovisto de inteligencia ni de ilustración pero con falta de carácter, su desde la nombre, desprestigiado época de Varela, adquirió gran notoriedad en tiempo de Santos, por su infeliz intervención en el sonado asunto de Manuel Sánchez Caballero.
Pertenecía Varela Stolle a una buena familia gallega, y había nacido en Santiago de Compostela el 21 de setiembre de 1821. Doctorado en leyes y en sagrados cánones en la famosa universidad, profesor en la facultad de jurisprudencia, poseía especial versación en derecho romano, siendo autor de un texto de esta materia publicado en Madrid en 1858. Monárquico y conservador, auditor de marina en tiempo de Isabel II, la revolución de setiembre lo arrancó de España, junto con la dinastía borbónica, y en 1873 llegó
