a Montevideo donde en seguida revalidó su título.
Durante el período de gobierno de Pedro Varela — el Año Terrible — a falta de un letrado ciudadano natural — probablemente — Varela Stolle que ni siquiera era ciudadano legal, fué designado Fiscal de lo Civil y del Crimen el 31 de mayo de 1875, desempeñando tan delicada misión hasta el 15 de marzo 1876 en que el dictador Latorre lo exoneró, dándole por sustituto al Dr. José Vázquez Sagastume, En funciones de fiscal Varela Stolle sostuvo la absurda tésis de que el Superior Gobierno tenía siempre razón, y fué un dócil instrumento del jefe político coronel Carlos Gaudencio.
Dedicado, a partir de entonces, al ejercicio de su carrera, alcanzó cierta espectabilidad en los sectores de la colonia española, pero sin dejar de ser un hombre vencido por la vida, amargado de ánimo y falto de salud, que en la presidencia de Santos, reingresando a la magistratura, pero en categoría disminuida, marchó como Juez Letrado Departamental a Tacuarembó.
En ese puesto se hallaba cuando sobrevino la incidencia entre la jefatura política y su paisano el español Sánchez Caballero, a quien el juez no solamente no amparó, conforme pudo hacerlo en un trance peligroso, sino que exageró, en contra suya, las resultancias del sumario, configurando nuevos cargos. (Ver Sánchez Caballero).
Como por el protocolo de 22 de agosto de 1882, negociado entre nuestro país y el gobierno de Madrid, que puso fin a las reclamaciones españolas, se estipulaba que Varela Stolle debía ser removido de su cargo, el Superior Tribunal “usando de sus facultades constitucionales y en el interés del mejor servicio público”, lo trasladó al departamento de Maldonado. La medida tuvo caracteres de provisoria, pues pronto no más volvió al juzgado de Cerro Largo.
De este modo, Santos se daba el gusto de molestar al ministro español Llorente Vázquez, diplomático atrabiliario y falto de tacto.
Quebrado por tantas contrariedades, la claudicante salud de Varela Stolle decayó con rapidez y el 1º de setiembre de 1889 vino a fallecer en Montevideo, donde se asistía desde algunos meses atrás.
VAZ FERREIRA, MARIA EUGENIA
Poetisa de peregrino talento y de verdadera categoría intelectual.
Hija de Manuel Vaz Ferreira y de Belen Ribeiro, vió la primera luż en Montevideo el 13 de julio de 1875. Sus primeros versos, que se publicaron alrededor del año 1890, muestran manifiestas influencias becquerianas, que posteriormente ella misma parece haber subestimado.
Por entonces ya eran notorios su
