Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/1279

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

un chasque lo alcanzó en Santiago del Estero con la orden de volver a la capital.

La caída del gobierno de Alvear en abril de 1815, le trajo como consecuencia verse preso y procesado por el bando político vencedor, y no obstante las justificaciones de su conducta, estuvo confinado durante un año en el pueblo de San Isidro.

Ocupada la plaza de Montevideo por los portugueses, como resultancia de las maquinaciones del centralismo porteño, obtuvo autorización para trasladarse a la ciudad natal, donde permanecía su familia, en enero de 1817.

De acuerdo con su política de atracción, insinuante y doble, el general lusitano Lecor procuró de todas maneras ganarse la amistad y la confianza de Vázquez, elemento que creía de excepcional importancia para servir a sus maniobras y cabildeos. Pero Vázquez, distinguiendo muy bien entre la vinculación social y la vinculación política, supo mantener un mero contacto amable con el taimado portugués, mientras seguía atendiendo sus asuntos particulares, y en las sociedades secretas no desperdiciaba momento para sacar adelante planes de conspiración. Mientras tanto Lecor, sea engañado de verdad, o con propósito de engañar a sus amos, escribía a Rio de Janeiro al Ministro de Estado, haciéndole saber no sólo que había obtenido la adhesión de Santiago Vázquez al régimen extranjero, sino deslizando la infame especie de que lo había conquistado a precio de favores materiales.

La actividad subversiva de Vázquez corresponde especialmente al período de disenciones que puso frente a frente a los militares portugueses o realistas y a los militares brasileños o imperiales, período en que tramitó, por especial comisión del Cabildo de Montevideo, en unión de Gabriel Pereira y Prudencio Echeverriarza, un delicado asunto con las autoridades de las Provincias Unidas.

Así resultó probado en un proceso del año 1823, en que el Comisionado Procurador Fiscal de Pedro I, expresa en su dictamen que entre los enemigos del orden y partidarios de la revolución contra el Imperio aparece Santiago Vázquez y sus hermanos como actores tan principales y notorios, que excluyen toda prueba al respecto. A esta militancia patriótica subterránea debe sumarse además la propaganda escrita de “El Pampero” y “El Aguacero”, periódicos de 1822 y 23. De este modo, su permanencia en Montevideo era imposible y se vió en la precisión de ausentarse para Buenos Aires.

Rivadavia lo hizo oficial mayor del Ministerio de la Guerra y fie electo diputado por La Rioja, en 1824. Cuando en 1825 Lavalleja invadió la Cisplatina con su grupo libertador, todos sus esfuerzos tendieron a conseguir que las Provincias Unidas se solidarizaran con la causa de los hermanos orientales. Ajustada la paz de 1828, que

— 1279 —