Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/1280

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creaba la República, Santiago Vázquez fué electo diputado por Montevideo a la Asamblea Constituyente, pero sus poderes resultaron invalidados por implicancias legales indiscutibles. Una segunda votación de los electores de Maldonado le confirió el puesto nuevamente, incorporándose a dicho cuerpo el 2 de junio de 1829.

Después de figurar entre los ilustrados redactores de la Constitución, cesó en el cargo el 13 de octubre, cuando de acuerdo con la Convención Preliminar de Paz, pasaba como agente especial a recabar la conformidad del gobierno de Buenos Aires al texto de aquel estatuto político.

En este viaje a la capital porteña, Vázquez tuvo ocasión de hacer conocimiento y conversar largo con Juan Manuel de Rosas. Sagaz y escrutador, sacó nuestro compatriota de estas entrevistas una impresión tan cabal como nítida del peligroso, aunque todavía ignorado sujeto. Los amigos a quienes les trasmitió sus impresiones al regreso, las tuvieron como un prodigio de adivinación cuando los hechos confirmaron una por una sus profecías.

Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores del 4 de marzo al 26 de abril de 1830, en el gobierno de Lavalleja, el general Rivera en la primera presidencia lo llamó a su lado con igual destino, ampliado luego a funciones de Ministro General el 7 de noviembre del 31. Durante el interinato constitucional de Luis Eduardo Pérez, confiósele el propio cargo con fecha 16 de agosto del 32, y continuando en él cuando Rivera reasumió el mando, permaneció en el gabinete hasta el 9 de octubre de 1833, en que el Dr. Francisco Llambi vino a sustituirlo.

En días de la revolución lavallejista de julio de 1832, se vió obligado a buscar refugio en un buque inglés. Vencida la intentona anárquica, túvosele como el inspirador de las medidas de rigor que subsiguieron al triunfo legalista, medidas de estricta necesidad circunstancial, pero en las cuales no entró ninguna de tipo sangriento, incompatibles por lo demás con el carácter de Vázquez y el del presidente Rivera.

Una serie de mejoras de particular interés nacional señalan el paso de Santiago Vázquez por las altas esferas del gobierno, pudiendo anotarse en haber suyo, las disposiciones sobre contabilidad del Estado y Catastro Nacional, la creación de la Comisión Topográfica, la organización de las primeras carreras internas de postas, las leyes sobre tierras públicas, la creación de aulas de estudio, que luego serían base para la Universidad, etc.

La capital le debe la rápida formación de la llamada ciudad nueva, creada como por milagro, gracias a su amplitud de miras propia de un verdadero estadista.

La política del general Manuel Oribe, segundo presidente de la República, paralela a la política del general Juan Manuel de Rosas en la Argentina, distanció a Vázquez de la nueva situación, y cuando el ritmo de los acontecimientos se aceleró

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