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pero los días del ex-presidente estaban contados y el 13 de noviembre de 1927 concluía su vida.

Con la muerte del Dr. Viera, en forma un tanto inesperada, se produjo la disolución virtual del “radicalismo colorado” que seguía sus directivas.


VILARDEBO, TEODORO Miguel Simón

Médico, naturalista e historiador, nacido en Montevideo el 9 de noviembre de 1803, hijo de Miguel Antonio Vilardebó, marino catalán 3 de Martina Matuliche, uruguaya.

El padre, fiel a España a la hora en que las provincias americanas se alzaron contra la dominación metropolitana, abandonó Montevideo embarcando para Río de Janeiro, cuando las tropas del general Alvear ocuparon la ciudad en junio de 1814 y los españoles fueron sometidos a vejámenes intolerables. Llevaba consigo a su hijo Teodoro, el cual desde Río Janeiro fué enviado a Barcelona a continuar sus estudios. Hechos con real aprovechamiento los cursos secundarios inscribióse en la Escuela de Cirugía y próximo a concluirlos para iniciar los de medicina, pasó a seguir su carrera en París, doctorándose primero en medicina, a mediados de 1830, con una tesis relativa a las hemorragias traumáticas, y luego en cirugía al año siguiente.

En agosto de 1833, al cabo de 19 VIL años de ausencia, volvió a su ciudad natal, donde revalidó sus títulos en enero de 1834 y poco después fué nombrado miembro de la Junta de Higiene.

Con mirada inteligente, pronto abarcó el campo abundante en deficiencias en que se desarrollaban las actividades de la corporación y luego estudió y propuso para su vigencia varios reglamentos en materia de policía sanitaria.

Sin perjuicio de distinguirse prestamente en el ejercicio profesional, dedicó buen tiempo a reunir una colección de fósiles para estudios de historia natural, a los que era muy afecto, y mereció por ello ser distinguido con el nombramiento de miembro de la Comisión de Biblioteca y Museo Público, creada por decreto de 4 de setiembre de 1837. Un compañero de funciones tan prestigioso como el presbítero Dámaso Larrañaga, tenido como el primer naturalista de su época, hacia particularmente interesante el nuevo destino honorífico.

El Dr. Rafael Schiaffino, autor de una documentada vida del Dr. Vilardebó, de la cual se tomaron muchos datos para esta ficha, cree a este respecto que el facultativo aventajaba a Larrañaga por su general preparación científica y que sus conocimientos en historia natural, sobre ser más vastos y profundos, eran más metodizados y más completos.

La historia del país constituía otra de sus preferencias de estudio y con gran empeño colectó li-

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