trucción pública, además del incremento de la escuadra, la terminación de las obras del Puerto de Montevideo y la inauguración de la línea férrea a Melo. En el orden internacional, dos acontecimientos realmente históricos pueden registrarse: el Tratado con el Brasil (abril de 1910) que devolvió a la República el condominio de la Laguna Merim y Río Yaguarón, el protocolo ajustado con la República Argentina estableciendo el statuquo en la jurisdicción del Río de la Plata.
Una amenaza gravísima contra el orden público, tramada en Buenos Aires por algunos políticos nacionalistas en complicidad con elementos argentinos notoriamente rotulados como verdaderos enemigos de nuestro país — la incidencia del patacho “Piaggio” — se salvó felizmente por la oportuna energía del canciller Antonio Bachini; y un brote revolucionario -nacionalista asimismo que aparejó derramamiento de sangre en un combate en Nico Pérez, fué sofocado en noviembre del año 1910. (Ver: Antonio Bachini).
El 1° de marzo de 1911 pudo el Dr. Williman entregar a José Batlle y Ordóñez, electo presidente por segunda vez, el mando que había recibido de sus manos hacía cuatro años, hallándose el país en plena paz y en plena prosperidad.
De regreso de un viaje a Europa, en enero de 1912 volvió al Rectorado de la Universidad y mientras lo desempeñaba, si bien tuvo ocasión de reincorporarse a la política al ofrecérsele la senaturía de Río Negro, declinó la vuelta a un campo de actividades que positivamente no era el suyo.
Mas tarde cambió la Rectoría por la Presidencia del Banco de la República, para cuyo puesto se le nombró por decreto de mayo de 1916 para el cuadrienio 1916-20. Reelecto para el período 1920-24, dejó el cargo cuando decidió acogerse al beneficio de la ley de retiro.
Jubilado, pasó los últimos años en total inactividad y su fallecimiento tuvo lugar en Montevideo el 9 de febrero de 1934, viviendo entonces en completo retiro.
WONNER, ESTEBAN
Médico y escritor, primer filatelista uruguayo en el sentido alto y cabal del vocablo.
Italiano, nacido en Cagliari, Cerdeña, hizo estudios médicos en su país y vino a la República donde revalidó su título en 1857.
Ejerció la carrera en Montevideo y como facultativo sólo se destacó entre sus colegas por sus campañas contra la vacuna antivariólica.
En cambio, hizo obra en otro sentido y en 1859 publicó en compañía de Juan E. Horne, director del diario “Comercio del Plata” una “Guía de Montevideo con algunos pormenores sobre la República Oriental del Uruguay”, trabajo que puede calificarse de sobresaliente, desco-
