Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/1347

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Grande, hizo en 1847 un viaje a Europa con fines de instrucción y a la vuelta, en enero del 48, traía la investidura de Cónsul General de la Santa Sede. En su jira había reunido una gran colección de monedas y medallas que fué acrecentando en los años y vendió más tarde a Francisco Solano López, del Paraguay.

Debía su investidura consular a la relación hecha por su familia en Montevideo, en 1824, cuando el Papa Pío IX era nada más que el canónigo Masttai Ferretti, en la Misión Muzzi.

Residiendo en Gualeguaychú cierta temporada, realizó varios trabajos para el general Urquiza, uno de los cuales — un escudo en mármol — se conserva en el Palacio de San José.

En 1854 confióse a Ximénez la primera misión diplomática de la República ante la Santa Sede, con carácter confidencial y categoría de Encargado de Negocios, para el caso de que tuviera que hacer valer una calidad diplomática. El respectivo decreto, que firman el presidente Venancio Flores y Mateo Magariños, lleva fecha 27 de marzo. Ximénez debía implorar del Papa para el país (que reconocía como suya la religión católica, según el Art. 5° de la Constitución), “el fin de un estado espiritual que lo afligia”, en los términos de un concordato que exigían la independencia nacional y las necesidades de la iglesia católica. Conforme a lo que se dice en el Libro de Acuerdos respectivo, trataría especialmente “de obtener la emancipación del país de la Diócesis de Buenos Aires, elevando el Vicariato de Montevideo a Obispado “in partibus”. Caso de tener éxito, debía proponer para ocuparlo — por su orden — a José Benito Lamas, cura de la Matriz, a Santiago Estrázulas y Lamas, del Cortión, y al Provisor José Joaquín Reina.

El comisionado, a quien ligaban, como se dijo antes, antiguos vínculos de relación con Pío IX, tuvo éxito sobre la base de la candidatura del presbítero José Benito Lamas, a favor de quien se expediría el nombramiento de obispo “in partibus", pero el fallecimiento del futuro dignatario arrebatado por la fiebre amarilla, vino a poner un largo compás de espera en el asunto.

Disfrutó Ximénez de una larga vida, falleciendo en Montevideo el 12 de agosto de 1888.


XIMENEZ, SANDALIO

Militar que alcanzó el más alto grado en el ejército, como general de división.

Oriundo del departamento de Minas, había nacido el 3 de setiembre de 1822, hijo de un hacendado, Anselmo Ximénez, y sus años de joven transcurrieron en el campo en tareas de estancia, hasta que, en 1839, entró a los cuadros cuando la movilización decretada con motivo de la guerra contra Rosas, como

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