Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/155

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

exactitud y altura la obra literaria de algunos escritores nuestros elegidos para sus estudios críticos.

Por lo que dice a temas de filosofía y cuestiones literarias o científicas extranjeras, contendores de la prestancia de Luis D. Desteffanis, se encargaron de probar que el expositor brillante, de castiza elegancia, “defensor de la iglesia frente a la recia y nutrida campaña liberal de los ateneístas”, cubría con hermosos ropajes la carencia de una fundamental versación indispensable.


BAUZÁ, RUFINO José

Distinguido soldado de la independencia que alcanzó el grado de general de la República, dueño de una nutrida foja de servicios.

Nacido en Montevideo el 16 de noviembre de 1791, era hijo de Domingo Bauzá — descendiente de los primeros pobladores de la ciudad — y de Ana Alvarez. Quedó huérfano de padre cuando tenía pocos años y estaba haciendo los estudios en el colegio franciscano, cuando en mayo de 1811, sin preocuparse de lo adelantado de aquéllos, abandonó la escuela para ir, junto con su hermano Pedro Celestino, a participar en el alzamiento del país. Su familia poseía campos en Canelones y sobre la base de la peonada agrupó un núcleo de vecinos formando con ellos la Compañía de Voluntarios con que vino a incorporarse al ejército de Artigas, donde tuvo grado de alférez con fecha 17 de mayo, tocándole actuar en la batalla de Las Piedras.

En premio de este auxilio la Junta de Buenos Aíres otorgóle despachos de teniente del Regimiento de Caballería de Canelones con fecha 1° de julio. Transferido al Regimiento N° 4, conocido igualmente por Regimiento de Blandengues, el 19 de febrero de 1812, obtuvo el ascenso a capitán el 3 de diciembre del mismo año y se distinguió como valiente oficial en la victoria del Cerrito, el 31 del propio mes; resultando gravemente herido.

Acompañó a Artigas cuando se distanció de los jefes de Buenos Aires y el gran caudillo le confió la jefatura del Regimiento de Blandengues.

En el curso de las divergencias — muy agudizadas — entre el Jefe de los Orientales y los hombres de Buenos Aires, tuvo Bauzá un importante papel en las operaciones de guerra contra los jefes centralistas porteños que estaban en posesión de Montevideo. Estos habían sido conminados por el Director Posadas a someter nuestra campaña en tres meses, teniendo bárbaras instrucciones, según las cuales los orientales debían ser tratados como asesinos e incendiarios, fusilándose a todos los oficiales, clases y jefes de partida que se capturasen, deportándose los individuos de tropa al otro lado del Paraná.

La guerra en estas condiciones se

— 155 —