Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/157

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quiere, ya habían tenido principio y en los últimos meses del año 17 varios nombres militares figuraban en una lamentable lista, pero el hecho en sí no tiene justificación posible, aunque puedan hallársele atenuantes que la limpia vida de Bauzá respaldaría siempre.

Anudados los primeros hilos por un comisionado especial que pasó a Buenos Aires, en octubre de 1817 Bauzá y los Oribe se hicieron presentes en el campo portugués con las respectivas unidades de su mando, donde el taimado brigadier Lecor les dispensó un trato distinguido. El engaño estaba disimulado: él se encargaría, de acuerdo con los hombres de Buenos Aires, del traslado a la capital porteña de Bauzá, los demás jefss y sus hombres, para que fueran a pelear por la independencia de América contra los españoles. El portugués no desperdició la ocasión para ver si podía atraerlos o sobornarlos a fin de que sirvieran al Rey conquistador, pero sus ofertas fueron rechazadas.

Una vez en Buenos Aires se les reconoció en su grado en el ejército de las Provincias Unidas y algunos compañeros tomaron servicio en las campañas de América.

Bauzá, con residencia en Santa Fé, prestó su cooperación en 1823, a un plan tendiente a emancipar la provincia Oriental, que estuvo próximo a tener vías de hecho en horas en que luchaban entre sí los dominadores lusitanos e imperialistas.

La invasión de Lavalleja el año 25 y el subsiguiente levantamiento del país, lo hallaron en Buenos Aires y desde el primer momento pensó en ofrecer sus servicios a la causa de su provincia, aunque su conducta del año 1817 le creaba ante los nuevos sucesos una situación especial. Bien se explican, entonces, las palabras del general Juan Ramón Balcarse cuando le escribe a Lavalleja desde Buenos Aires el 6 de setiembre de 1827: “El Coronel D. Rufino Bauzá ha manifestado al Gobierno deseos de prestar servicios en la presente guerra pero no se ha resuelto en su solicitud por ignorarse si sus servicios podrán o no ser útiles en el ejército: sobre ésto se servirá Vd. hacer indicación para determinar en consecuencia de ella”.

Finalmente vino a la patria y, con fecha 19 de julio de 1829, se le dió de alta en el ejército como coronel graduado teniendo cargo de ayudante en el Estado Mayor General hasta el mes de febrero de 1830.

El general Lavalleja, gobernador interino, lo incluyó entre los Edecanes de Gobierno el 9 de noviembre de 1830, cargo que retuvo hasta el mes de diciembre de 1831. En este tiempo y por enfermedad del titular coronel Pedro Lenguas, desempeñó interinamente la Jefatura del Estado Mayor del Ejército desde el 19 de febrero al 30 de marzo de 1831.

El 13 de agosto de 1832 se le nombró comandante interino del batallón de Infantería de línea, y

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